Fabricada en la desaparecida y nunca bien ponderada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, la infame lavadora Aurika 80 llegó a los hogares cubanos para sustituir a nuestra típica batea de madera, palanganas galvanizadas y a los lavaderos de cemento fundido, nadie sabía en aquel entonces cuanta crueldad "Made in CCCP" venía encerrada en aquella inocente caja de metal azul por la que, en muchos centros de trabajo se sacaron trapitos sucios, se cantaron las cuarenta, se denunciaron actividades ilícitas y hasta se fueron a puñetazos en medio de airadas asambleas de producción porque todos querían un bono del MINCIN, (léase Ministerio de Comercio Interior), para poder adquirir la novedosa Aurika 80, prima hermana de los refrigeradores Inpud ensamblados en Santa Clara, ( a los cuáles dedicaremos sendo artículo en otro momento).
La lavadora Aurika 80 muy pronto se convertiría en el electrodoméstico de moda hasta que ... y aquí comienza la verdadera historia:
1- Misteriosamente las piezas más pequeñas (ajustadores, bloomers, baberos, calzoncillos atléticos y de patas, etc. etc.) desaparecían una vez comenzado el ciclo de lavado # 1, el monstruo ruso tenía el fetiche de comerse nuestra ropa interior!
2- Para mal de males el monstruo extendía sus tentáculos en el ciclo de lavado # 2 y nos entregaba nuestros trapos adquiridos con mucho esfuerzo entrelazados en un gran nudo maquiavélico que requería del esfuerzo de varias vecinas para poder zafarlo.
3- Cuando se enojaba, ya sea porque le habíamos metido demasiada ropa o porque no le echabamos suficiente agua, el monstruo caminaba por toda la casa escupiendo agua con jabón, atacando a nuestras abuelas y a los pequeñines.
4- Aurika dejaba su marca infalible a todos sus dueños, las ropas de color claro que estaban teñidas con vetas de diferentes colores eran indicio de que la persona que las usaba era una víctima "Aurikaniana".
5- La secadora no merece mención alguna porque se rompía al segundo día de comprada.
6- Muy pronto nuestros sufrimientos con el monstruo ruso terminarían en un final feliz cuando nuestro querido salitre caribeño lo atacara con su virus de herrumbre húmedo, Aurika 80 se convertiría en un amargo recuerdo confinado en los patios de nuestras casas, la batea y el lavadero de cemento recuperaron su lugar de honor.
7- Existen reportes de que el monstruo mutó y trató de resurgir en forma de ventilador, este tema lo abordaremos otro día.
Un cordial saludo,
Guillermo Suárez
La lavadora Aurika 80 muy pronto se convertiría en el electrodoméstico de moda hasta que ... y aquí comienza la verdadera historia:
1- Misteriosamente las piezas más pequeñas (ajustadores, bloomers, baberos, calzoncillos atléticos y de patas, etc. etc.) desaparecían una vez comenzado el ciclo de lavado # 1, el monstruo ruso tenía el fetiche de comerse nuestra ropa interior!
2- Para mal de males el monstruo extendía sus tentáculos en el ciclo de lavado # 2 y nos entregaba nuestros trapos adquiridos con mucho esfuerzo entrelazados en un gran nudo maquiavélico que requería del esfuerzo de varias vecinas para poder zafarlo.
3- Cuando se enojaba, ya sea porque le habíamos metido demasiada ropa o porque no le echabamos suficiente agua, el monstruo caminaba por toda la casa escupiendo agua con jabón, atacando a nuestras abuelas y a los pequeñines.
4- Aurika dejaba su marca infalible a todos sus dueños, las ropas de color claro que estaban teñidas con vetas de diferentes colores eran indicio de que la persona que las usaba era una víctima "Aurikaniana".
5- La secadora no merece mención alguna porque se rompía al segundo día de comprada.
6- Muy pronto nuestros sufrimientos con el monstruo ruso terminarían en un final feliz cuando nuestro querido salitre caribeño lo atacara con su virus de herrumbre húmedo, Aurika 80 se convertiría en un amargo recuerdo confinado en los patios de nuestras casas, la batea y el lavadero de cemento recuperaron su lugar de honor.
7- Existen reportes de que el monstruo mutó y trató de resurgir en forma de ventilador, este tema lo abordaremos otro día.
Un cordial saludo,
Guillermo Suárez
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